domingo, 19 de octubre de 2014

Las industrias del entretenimiento o la explotación del arte como negocio

¿Qué es el arte? El arte es expresar emociones, sensaciones, pensamientos y puntos de vistas particulares del mundo a través de variadas disciplinas artísticas con un fin creativo o estético. La noción del término arte ha sido parte de diversas disputas y discusiones por parte de la humanidad a lo largo de la historia de la civilización porque su definición está abierta a diferentes interpretaciones que varían según la cultura, la época o la sociedad. El vocablo arte tiene varias acepciones, pudiendo ser estas cualquier actividad hecha con esmero y dedicación o cualquier conjunto de reglas necesarias para desarrollar de forma óptima una actividad. En este sentido en particular el arte es sinónimo de capacidad, habilidad, talento o experiencia.  Sin embargo se suele considerar arte cómo una actividad creadora del ser humano o cómo cualquier actividad que requiera de creatividad.
A principios de la civilización humana el arte era usado con fines religiosos, mágicos o ritualistas (lo que se conoce cómo arte paleolítico) pero esta función cambió con la (supuesta) evolución del ser humano, adquiriendo un componente estético y una función social, pedagógica, mercantil o simplemente ornamental.
¿Qué es el entretenimiento? Entretenimiento es el conjunto de actividades que permite a los seres humanos emplear su tiempo libre para divertirse, evadiendo temporalmente sus preocupaciones. El entretenimiento forma parte de la familia del ocio que se ha convertido en un sector floreciente de la actividad económica, especialmente a través de los medios de comunicación y las industrias del cine o la música. El término entretenimiento empezó a usarse en Europa en el siglo XV en relación con la acción financiera de desviar en beneficio propio bienes ajenos. Luego, tal acepción, dio paso a la de “desviar la atención” en general asociándose luego a la idea de placer y ocio. En 1662 el filósofo francés Blaise Pascal elaboró un consistente estudio sobre el entretenimiento que fue publicado en 1670 en sus “Pensamientos”, desarrollando la idea contradictoria de que es necesario que el hombre se distraiga y, por lo tanto, se aparte de lo esencial.
Para el que escribe, el arte siempre es o debería ser personal o si es hecho en conjunción con otras personas estas personas deben concretar una idea o pensamiento creativo y trabajar en cooperación pero con fines artísticos. Ya sean estéticos o creativos. Si consideramos todo lo escrito anteriormente; que el arte es expresar emociones, sensaciones, pensamientos o puntos de vista particulares del mundo a través de determinadas disciplinas artísticas cómo la música o el cine (desde inicios del siglo XX) y que el arte empezó no siendo considerado entretenimiento, o sea un escape o una desviación de lo esencial con fines de la búsqueda de diversión o placer; sino que fue concebido y usado en los inicios de la humanidad con fines religiosos, mágicos o ritualistas se puede pensar que no hay ninguna relación intrínseca o directa entre el término arte (descrito anteriormente) y el término entretenimiento. La pregunta que me hago es la siguiente: ¿Hay algo aparte del arte que desvíe la atención de las personas y que evada temporalmente sus preocupaciones o solamente ha sido todo un malentendido y se empezó a denominar al arte entretenimiento sólo para generar ganancias? Por supuesto que existen otras cosas o disciplinas que distraen y desvían la atención de la gente de lo esencial y el arte fue denominado arte y luego entretenimiento con el fin de desviar en beneficio propios bienes ajenos, cómo ha pasado con todo arte a través de la historia de la civilización humana. Todo arte ha sido sacado de su esencia, de lo esencial, ha sido corrompido, ha sido violado, tergiversado y vendido para que este ya no sea denominado arte sino entretenimiento. La relación directa e intrínseca entre ambos términos es estrictamente comercial o mercantil. Cosa que no tiene nada de malo, si eres un empresario trabajando en la industria del entretenimiento pero si te consideras un artista y crees que tus sentimientos, sensaciones, pensamientos y puntos de vista acerca del mundo no están a la venta y no merecen ser vendidos o, mejor dicho, explotados por intereses financieros o económicos que sólo tratan de generar ganancias pero que no consideran al arte del artista cómo algo suyo y su arte es sujeto a fabricaciones artificiales propias de la supuesta evolución del ser humano cómo las que el capitalismo ha generado y las que las industrias imperantes del entretenimiento dictan para que el público las acate o mejor dicho se “diviertan” con ellas pues, si, todo, me parece a mí que ha sido un gran malentendido. Cuando los mercaderes, comerciantes y ahora empresarios vieron que se podía lucrar con el arte y que este estaba a la venta pues ahí empezaron a nacer las discusiones de si el arte es entretenimiento o si el entretenimiento es arte.
Yo, cómo mente independiente y cómo artista independiente no me dejo seducir por la diversión vana y efímera que crea el entretenimiento para evadir nuestras preocupaciones y así someternos (ahora hay ejemplos abundantes) a los más vulgares y anti evolutivos espectáculos con el sólo fin de lucrar y el aparente y supuestamente benevolente fin que crea esta “diversión” que es la de olvidar y la de alejarnos de lo esencial. Yo amo el arte y no lo amo porque me haga olvidar o me aleje de mis preocupaciones, al contrario, lo amo porque justamente me hace recordar, hace que me preocupe y que piense y el fin de todo arte debería ser el de transformar el espíritu humano y eso sólo se logra si el arte te hace recordar, pensar, sentir emociones y sensaciones y si hace que te preocupes por los temas que importan, o sea por lo esencial (de dónde venimos, adónde vamos, porque estamos acá, para que estamos acá) creas en lo que creas y seas quien seas y pongo de ejemplo al buen arte por supuesto, teniendo en consideración que para cada persona es distinto porque los gustos son subjetivos. 

Termíno este artículo con una cita del gran director y precursor del cine independiente norteamericano John Cassavetes que dijo lo siguiente: “Todo está a la venta. Las emociones, el sexo. Todo es sexo, carros, mujeres, ropa, tu cara, tus manos, tus zapatos. Mira los anuncios publicitarios en la televisión. Mis emociones no están a la venta. Mis pensamientos no pueden ser comprados. Son míos. No me gustan y no quiero a las películas que me venden algo. No quiero que me digan que sentir”.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario