¿Qué es el arte? El arte es expresar emociones,
sensaciones, pensamientos y puntos de vistas particulares del mundo a través de
variadas disciplinas artísticas con un fin creativo o estético. La noción del
término arte ha sido parte de diversas disputas y discusiones por parte de la
humanidad a lo largo de la historia de la civilización porque su definición
está abierta a diferentes interpretaciones que varían según la cultura, la
época o la sociedad. El vocablo arte tiene varias acepciones, pudiendo ser estas
cualquier actividad hecha con esmero y dedicación o cualquier conjunto de
reglas necesarias para desarrollar de forma óptima una actividad. En este
sentido en particular el arte es sinónimo de capacidad, habilidad, talento o
experiencia. Sin embargo se suele
considerar arte cómo una actividad creadora del ser humano o cómo cualquier
actividad que requiera de creatividad.
A principios de la civilización humana el arte era usado
con fines religiosos, mágicos o ritualistas (lo que se conoce cómo arte paleolítico)
pero esta función cambió con la (supuesta) evolución del ser humano,
adquiriendo un componente estético y una función social, pedagógica, mercantil
o simplemente ornamental.
¿Qué es el entretenimiento? Entretenimiento es el
conjunto de actividades que permite a los seres humanos emplear su tiempo libre
para divertirse, evadiendo temporalmente sus preocupaciones. El entretenimiento
forma parte de la familia del ocio que se ha convertido en un sector
floreciente de la actividad económica, especialmente a través de los medios de
comunicación y las industrias del cine o la música. El término entretenimiento
empezó a usarse en Europa en el siglo XV en relación con la acción financiera
de desviar en beneficio propio bienes ajenos. Luego, tal acepción, dio paso a
la de “desviar la atención” en general asociándose luego a la idea de placer y
ocio. En 1662 el filósofo francés Blaise Pascal elaboró un consistente estudio
sobre el entretenimiento que fue publicado en 1670 en sus “Pensamientos”,
desarrollando la idea contradictoria de que es necesario que el hombre se
distraiga y, por lo tanto, se aparte de lo esencial.
Para el que escribe, el arte siempre es o debería ser
personal o si es hecho en conjunción con otras personas estas personas deben
concretar una idea o pensamiento creativo y trabajar en cooperación pero con
fines artísticos. Ya sean estéticos o creativos. Si consideramos todo lo
escrito anteriormente; que el arte es expresar emociones, sensaciones,
pensamientos o puntos de vista particulares del mundo a través de determinadas
disciplinas artísticas cómo la música o el cine (desde inicios del siglo XX) y
que el arte empezó no siendo considerado entretenimiento, o sea un escape o una
desviación de lo esencial con fines de la búsqueda de diversión o placer; sino
que fue concebido y usado en los inicios de la humanidad con fines religiosos,
mágicos o ritualistas se puede pensar que no hay ninguna relación intrínseca o
directa entre el término arte (descrito anteriormente) y el término
entretenimiento. La pregunta que me hago es la siguiente: ¿Hay algo aparte del
arte que desvíe la atención de las personas y que evada temporalmente sus
preocupaciones o solamente ha sido todo un malentendido y se empezó a denominar
al arte entretenimiento sólo para generar ganancias? Por supuesto que existen
otras cosas o disciplinas que distraen y desvían la atención de la gente de lo
esencial y el arte fue denominado arte y luego entretenimiento con el fin de
desviar en beneficio propios bienes ajenos, cómo ha pasado con todo arte a través
de la historia de la civilización humana. Todo arte ha sido sacado de su
esencia, de lo esencial, ha sido corrompido, ha sido violado, tergiversado y
vendido para que este ya no sea denominado arte sino entretenimiento. La
relación directa e intrínseca entre ambos términos es estrictamente comercial o
mercantil. Cosa que no tiene nada de malo, si eres un empresario trabajando en
la industria del entretenimiento pero si te consideras un artista y crees que
tus sentimientos, sensaciones, pensamientos y puntos de vista acerca del mundo
no están a la venta y no merecen ser vendidos o, mejor dicho, explotados por
intereses financieros o económicos que sólo tratan de generar ganancias pero
que no consideran al arte del artista cómo algo suyo y su arte es sujeto a
fabricaciones artificiales propias de la supuesta evolución del ser humano cómo
las que el capitalismo ha generado y las que las industrias imperantes del
entretenimiento dictan para que el público las acate o mejor dicho se “diviertan”
con ellas pues, si, todo, me parece a mí que ha sido un gran malentendido.
Cuando los mercaderes, comerciantes y ahora empresarios vieron que se podía
lucrar con el arte y que este estaba a la venta pues ahí empezaron a nacer las
discusiones de si el arte es entretenimiento o si el entretenimiento es arte.
Yo, cómo mente independiente y cómo artista independiente
no me dejo seducir por la diversión vana y efímera que crea el entretenimiento
para evadir nuestras preocupaciones y así someternos (ahora hay ejemplos
abundantes) a los más vulgares y anti evolutivos espectáculos con el sólo fin
de lucrar y el aparente y supuestamente benevolente fin que crea esta “diversión”
que es la de olvidar y la de alejarnos de lo esencial. Yo amo el arte y no lo
amo porque me haga olvidar o me aleje de mis preocupaciones, al contrario, lo
amo porque justamente me hace recordar, hace que me preocupe y que piense y el
fin de todo arte debería ser el de transformar el espíritu humano y eso sólo se
logra si el arte te hace recordar, pensar, sentir emociones y sensaciones y si
hace que te preocupes por los temas que importan, o sea por lo esencial (de dónde
venimos, adónde vamos, porque estamos acá, para que estamos acá) creas en lo
que creas y seas quien seas y pongo de ejemplo al buen arte por supuesto,
teniendo en consideración que para cada persona es distinto porque los gustos
son subjetivos.
Termíno este artículo con una cita del gran director y
precursor del cine independiente norteamericano John Cassavetes que dijo lo
siguiente: “Todo está a la venta. Las emociones, el sexo. Todo es sexo, carros,
mujeres, ropa, tu cara, tus manos, tus zapatos. Mira los anuncios publicitarios
en la televisión. Mis emociones no están a la venta. Mis pensamientos no pueden
ser comprados. Son míos. No me gustan y no quiero a las películas que me venden
algo. No quiero que me digan que sentir”.
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