miércoles, 25 de febrero de 2015

El Ciudadano Kane o Cómo llegué a entender las ironías de la vida

Para el que escribe si Ingmar Bergman fue el más grande director de cine que el mundo ha visto, El Ciudadano Kane de Orson Welles ha sido, es y seguirá siendo la más grande película que el mundo ha visto. Orson Welles, su director, fue un genio, un niño prodigio. Un hombre de teatro que entró al cine por su talento en la radio y en producciones teatrales, tales cómo los sucesos teatrales del Teatro Mercury en Broadway y la transmisión de La Guerra de los Mundos de H.G. Wells, que espantó y aterrorizó a millones de oyentes radiales norteamericanos cuando sólo era una broma. Sin duda que lo fue. El estudio de Hollywood RKO lo contrató en 1939 después de haber notado su talento para que dirija dos películas, siendo el contrato algo totalmente inusual en Hollywood para un director inexperto (y esta es una de las primeras ironías de la fama de esta película y de su director que luego elaboraré más profundamente).Welles tuvo la dicha y la suerte de tener un contrato de ensueño cuando la RKO le permitió elaborar su propio guión, contratar a su propio elenco y tener toda la libertad creativa para desarrollar el proyecto a su gusto; lo que en Hollywood y en inglés se llama Final Cut. El primer proyecto de Welles fue hacer una adaptación cinematográfica de El Corazón de las Tinieblas de Joseph Conrad pero el estudio desistió porque dijo que era imposible realizarla. Luego Welles se asoció con Herman Wankiewicz para escribir el guión de El Ciudadano Kane.

El Ciudadano Kane tiene la fama de ser la mejor película que ha salido de Hollywood y de EE.UU. Ha estado rankeada por 50 años en la encuesta anual de críticos cinematográficos mundiales de la revista Británica Sight & Sound cómo la mejor película de la historia del cine. Ingmar Bergman detestó la película, dijo que las actuaciones habían sido inservibles y que no entendía la fama y el respeto que la película tenía. Creo que el único con derecho a haber hecho una declaración así fue Bergman. Herman Mankiewicz era una leyenda en los círculos Hollywoodenses y Welles era su amigo. El guión de la película lo realizó Mankiewicz bajo la supervisión y colaboración de Welles.

El Ciudadano Kane  estuvo basada en la idea de contar la misma cosa varias veces desde diferentes puntos de vista y estuvo basada e influenciada en una gran figura americana y el escogido fue William Randolph Hearst, el magnate de los medios de comunicación norteamericanos. Aunque también el personaje estuvo influenciado por otros magnates, específicamente de Chicago, la ciudad en dónde Welles nació. Welles no logró convencer a los periodistas , luego del estreno de la película, de que el personaje de Charles Foster Kane no era Hearst. Luego del estreno, en 1941, Hearst prohibió que se hablara de la película en todos sus periódicos y mantuvo una relación áspera con Welles poniéndolo en su lista negra.

El Ciudadano Kane es el compendio del lenguaje cinematográfico. Welles, que era un novato en el mundo del cine, no sabía nada de cine y en la pre producción del filme estudió y vió La Diligencia de John Ford 40 veces y cuando los periodistas le preguntaban que directores le gustaban el respondía: John Ford, John Ford, John Ford. También pidió ver El Cabinete del Dr Caligari pidiéndoselo al Múseo de Arte Moderno y pidió ver películas de René Clair. Frank Capra, Jean Renoir, Fritz Lang y King Vidor. El director de cinematografía de El Ciudadano Kane fue Greg Toland, al que Welles describió cómo:" en ese momento, el más importante director de cinematografía del mundo". Orson Welles tuvo 26 años cuando realizó El Ciudadano Kane que sigue siendo su obra maestra y la obra maestra del cine norteamericano y fue su primera película. Es algo muy irónico y peculiar que un genio haga su debut y luego en toda su carrera no logre superar ese primer intento o experimento, que no fue fallido, sino que fue una revolución para el mundo del cine porque se adelantó a su época. Es la primera película que recopila todo el lenguaje cinematográfico y le da un significado propio, algo que no se había visto hasta 1941 cuando se estrenó el filme. Es también la película que introdujo la técnica del Foco Profundo o "Deep Focus" cómo se conoce en inglés; que significa que todo el encuadre, es decir, todo lo que se ve en pantalla esté en foco totalmente, que se vea claramente lo que está más cerca a la cámara y el fondo. Ese nuevo aporte en el mundo cinematográfico fue lo que le dió la fama al Ciudadano Kane cómo el pilar para que directores de la talla de Stanley Kubrick se sirvan de inspiración cómo muestra la extraordinaria cinematografía que caracterizaron a las películas de Kubrick. El Foco Profundo o Deep Focus permite que el espectador escoja y se enfoque en lo que el quiera ver, en lo que desee, proveyendo al espectador de más libertad de la que podría obtener si estuviese viendo un encuadre dónde lo que está más cerca a la cámara se ve claramente pero el fondo no, lo cual tiene la cualidad de obligar al espectador a que se enfoque en lo que se ve claramente solamente.

En las elaboraciones más profundas y complejas que voy a abordar tengo que decir que la primera ironía del filme es que el personaje principal, Charles Foster Kane, lo tiene todo pero no tiene nada. Materialmente, económicamente hablando lo tiene todo, más de lo necesario y creo que ese factor hace que al final sienta que no tiene nada. Lo peor de tenerlo todo es que no tienes nada al final porque no le das valor a las cosas que tienes, en cambio si tienes poco si le das valor a las cosas que tienes. La segunda ironía del filme, en este caso de su director, es que Orson Welles nunca pudo superar ese primer filme, el cual cuando le preguntaron cómo logró hacer tal obra maestra, declaró: "pura ignorancia, ignorancia, ignorancia". Es muy irónico que un genio cómo Orson Welles diga eso, pero en realidad si fue producto de su ignorancia porque no sabía nada de cine y tenía sólo 26 años cuando la hizo. Pero cómo todo descubrimiento, cosa genial u obra de arte que se crea que realmente tiene valor, estas son hechas de casualidad, son descubiertas, creadas por error. Esa es otra gran ironía de la vida y del arte. Otra ironía es que las mejores obras de arte, en toda la historia de la civilización, en un principio son creadas pero nunca, durante la vida de su creador, son valoradas, apreciadas y recordadas. El reconocimiento de las grandes obras de arte y de los grandes artistas siempre fue póstumo en muchos casos; cómo el de Johann Sebastian Bach, Vincent Van Gogh, etc. Hay ejemplos abundantes de grandes artistas que fueron desdeñados durante su vida pero que luego fueron reconocidos después de su muerte.

La carrera de Welles nunca fue la misma después del Ciudadano Kane porque la película fue olvidada durante casi dos décadas y luego re descubierta por críticos en los sesentas que le dieron el valor, la importancia y el respeto legendario que tiene el filme. Si bien Welles durante su carrera y su vida fue reconocido, la fama de la película lo eclipsó y nunca pudo escapar realmente de la persecución que William Randolph Hearst tuvo para con él gracias a su inmenso poder en EE.UU. y a su vasto imperio de medios de comunicación. Felizmente la película, no importa lo que haya podido haber dicho o hecho William Randolph Hearst para eclipsarla, sigue siendo la mejor película norteamericana y muchos críticos la colocan en el puesto número uno de todas las películas que se han hecho en la historia del cine mundial.

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